2

Cómo alimentarnos según el tipo de trabajo

Trabajos con horarios especiales

Distribución de la dieta

La dieta deberá adaptarse a las necesidades de cada persona y de su horario laboral. Deberá incluir como mínimo tres comidas principales: desayuno, comida y cena. En ciertos casos, conviene incluir además un almuerzo o merienda, si transcurren más de cuatro horas entre el desayuno y la comida o la comida y la cena respectivamente. Esto evita que se produzca hipoglucemia (descenso de glucosa en la sangre) que repercuten negativamente sobre el rendimiento y la capacidad de trabajo, y así mismo, se evita la sensación de ansiedad o de “hambruna” a la hora de la comida o de la cena, que generalmente conduce a comer más de lo necesario. La distribución de la dieta en varias tomas, influye positivamente sobre el nivel de glucosa y lípidos (colesterol, triglicéridos…) en sangre y mejora las digestiones.

Quienes después de las principales comidas (comida, cena) deban proseguir su jornada laboral, conviene que realicen un buen desayuno y almuerzo consistente para realizar después una comida más ligera de lo convencional, y evitar la somnolencia que producen las comidas copiosas y reducir, así mismo, el riesgo de accidentes, especialmente en aquellos trabajos en los que hay máquinas peligrosas o que requieren de una gran minuciosidad.

La distribución de la dieta en varias tomas influye positivamente sobre el nivel de glucosa y lípidos (colesterol, triglicéridos…) en sangre y mejora las digestiones.

• Desayuno completo

Ya que han pasado más de 8 horas sin tomar alimento, es recomendable ingerir un lácteo, cereales y complementos, y zumo o fruta.

• Almuerzo adecuado

Son frecuentes los almuerzos excesivamente grasos (embutidos, frituras…) acompañados de alcohol, lo que desequilibra la alimentación. Si el esfuerzo físico es mínimo puede ser suficiente con una o dos piezas de fruta fresca o un lácteo. Por lo general, se puede almorzar una pieza de fruta con un yogur desnatado, un café con leche y una tostada o una barra de cereales y un yogur de frutas.

• Comida adaptada al horario

. Un suplemento en forma de yogur o leche y fruta en caso de esfuerzo físico bajo o moderado, o de yogur o leche y galletas o un pequeño bocadillo y fruta, si el esfuerzo físico es intenso.

• Merienda ligera

Un suplemento en forma de yogur, fruta o un pequeño bocadillo.

•Cena bien planificada

La cena suele ser la última comida del día, por lo que se debe procurar consumir los alimentos de la pirámide que no se han ingerido. También se deben consumir alimentos fáciles de digerir, como pueden ser las verduras cocidas, pescados, sopas o lácteos. Se recomienda cenar al menos dos horas antes de acostarse, de esta manera se conseguirá tener un sueño reparador no perturbado por una digestión difícil.