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Cómo alimentarnos según nuestra edad

Adolescencia: 12 a 18 años

Es un error...

SALTARSE EL DESAYUNO O PEOR AÚN, NO DESAYUNAR NI ALMORZAR

Importancia del desayuno…

Un desayuno bien planificado asegura el aporte de nutrientes a través de los alimentos para afrontar el día con energía y no tener déficits de glucosa que repercuten negativamente en el rendimiento físico y escolar. Hay que tener en cuenta que el organismo lleva entre 10 y 12 horas sin recibir ningún alimento. Conviene que el adolescente se levante con tiempo y dedique los primeros minutos a las actividades de aseo y cuidado personal antes, para así generar sensación de hambre. Cualquier persona que realice un buen desayuno, mejorará su estado nutricional y también su rendimiento.

• Mejora de su estado nutricional: tomar un buen desayuno ayuda a tener ingestas más altas de la mayor parte de los nutrientes que el organismo precisa a lo largo del día. Los adolescentes que no desayunan suelen tener una dieta de peor calidad, mientras que quienes lo hacen adecuadamente, suelen hacer una dieta menos grasa, más rica en hidratos de carbono, fibra, vitaminas y minerales…

• Control del peso: la práctica de repartir las calorías durante el día en 4 ó 5 tomas hace que no se sobrecargue el resto de las comidas del día. Un desayuno adecuado, ayuda a reducir el contenido graso de la dieta diaria y contribuye a evitar que se pique entre horas, factor muy importante a la hora de controlar el peso.

• Rendimiento escolar, físico e intelectual: quienes no desayunan ponen en marcha una serie de mecanismos en el organismo (descenso de la insulina y aumento de cortisol, catecolaminas…) para mantener la glucemia en niveles aceptables. Estos cambios hormonales alteran o condicionan la conducta e influyen negativamente en el rendimiento físico y escolar.

• No desayunar es una mala costumbre. Un buen desayuno debe contener raciones de los siguientes grupos de alimentos:

  • Cereales: pan, cereales, tostadas, galletas…
  • Lácteos: leche o yogur o queso u otros derivados lácteos sencillos.
  • Fruta o su zumo.
  • Otros: mantequilla o margarina, mermelada o miel, jamón…

A pesar de todo lo expuesto, algunos adolescentes no son capaces de desayunar por distintos motivos, y por ello es muy importante que al menos almuercen, consiguiendo de este modo que se incluyan alimentos que son básicos para mantener un buen ritmo de crecimiento y desarrollo y para evitar la repercusión negativa del ayuno sobre el rendimiento tanto físico como intelectual.

El almuerzo…

El almuerzo debe ser una parte habitual de la alimentación del adolescente, para evitar que transcurran muchas horas desde el desayuno hasta la hora de la comida. Igualmente conviene que no sea muy consistente para no quitar el apetito a la hora de la comida. Se recomienda seguir las siguientes indicaciones: asegurarse de que sea equilibrado (debe incluir fruta o zumo, algún lácteo o bocadillos tradicionales con jamón, fiambres de pollo o pavo, quesos suaves u otros embutidos no más de tres veces por semana) y se debe evitar el consumo, al menos cada día, de repostería o pastelería comercial u otros alimentos con mucha grasa y azúcar.

Variedad de almuerzos: dulces (a- pan con crema de chocolate y yogur de frutas, b- pan con queso y membrillo y fruta o zumo de brick, c- galletas y yogur de frutas, d- yogur con cereales y fruta o zumo de brick, etc.) o salados (a- bocadillo de fiambre, queso y fruta o zumo de brick, b- pan con tomate, aceite oliva, queso y fruta o zumo de brick, c-bocadillo vegetal con atún y fruta o zumo, etc.)

PICAR ENTRE HORAS, UN HÁBITO POCO RECOMENDABLE

Esta mala costumbre puede hacer que durante las principales comidas no se ingieran los alimentos básicos que el adolescente necesita para crecer y mantenerse sano.

En la etapa de la adolescencia suele ser frecuente que aparezcan dificultades en torno a la alimentación. La preocupación y falta de información de algunos padres y madres puede hacer que en lugar de mejorar la situación, esta se prolongue en el tiempo. La inapetencia o falta de apetito, el negarse a comer alimentos concretos..., la obesidad y el riesgo cardiovascular, son situaciones que cuando están provocadas por un proceso de aprendizaje inadecuado en cuanto a hábitos alimentarios, necesitan de especial atención por parte de padres y madres, y en ocasiones del asesoramiento de especialistas experimentados.

• Falta de apetito: algunos padres y madres preocupados por la inapetencia de sus hijos los persiguen a lo largo del día con todo tipo de alimentos, pensando que al menos de esta forma comen "algo", pero por desgracia, de este modo el mecanismo de hambre y saciedad se altera (existe un desequilibrio hormonal), lo que provoca que durante las principales comidas sea prácticamente imposible hacer que los chicos coman lo que verdaderamente necesitan. No se debe ceder ante esta conducta caprichosa, si no que lo más recomendable es, en caso de que se salte una comida, esperar a la siguiente, para que aparezca la sensación de hambre y así sucesivamente.

• Exceso de peso y riesgo cardiovascular: hay quienes piensan que los chicos o chicas se encuentra sanos o fuertes si están "hermosos", o lo que es lo mismo, con unos cuanto kilos de más, concediéndoles toda clase de caprichos con la comida y ofreciéndoles en ocasiones alimentos excesivamente energéticos y poco saludables (pasteles, helados, golosinas, etc.) Aquellos adolescentes que pican entre horas (golosinas, refrescos, snacks...; todos ellos alimentos muy energéticos pero de baja densidad nutritiva) que siguen comiendo normalmente durante las principales comidas, tienen un alto riesgo de desarrollo de sobrepeso e incluso obesidad, ya que están tomando más energía de la que realmente necesitan. No se debe prohibir ningún alimento, y tampoco ocurre nada malo si al adolescente le sobra un poco de peso, ya que las reservas acumuladas van a ser empleadas durante el periodo de crecimiento por el que atraviesa. Sin embargo, cuando el exceso de peso es considerable, se han de tomar medidas especiales y acudir a un especialista en Nutrición y Dietética, para que nos asesore a la hora de instaurar las medidas más adecuadas.

PERMITIR QUE REALICEN DIETAS PARA ADELGAZAR SIN CONTROL PROFESIONAL

En la búsqueda del "peso ideal"to a factores relacionados con la alimentación, es necesario evitar la realización de continuas dietas para adelgazar aparentemente inofensivas y sin control profesional, dedicar mucho tiempo a hablar sobre la gordura o la delgadez, la anarquía en horarios y comidas (a turnos, con prisas, desordenadas), los conflictos emocionales en torno a la alimentación (a veces las principales comidas se convierten en auténticas batallas campales lo que puede crear rechazo a la propia comida) Estos factores no determinan que se vaya a desencadenar un trastorno de la conducta alimentaria, pero si que se relacionan con un mayor riesgo.

La anorexia nerviosa es un trastorno grave que ha llevado a miles de adolescentes a dejarse morir de hambre. Se trata de un trastorno psicológico en el que el enfermo cree que está gordo a pesar de estar extremadamente delgado. Se da más frecuentemente en adolescentes y jóvenes, pero también existen casos en personas de mayor edad. La bulimia puede estar relacionada con la anorexia y consiste en que la persona come en exceso repentinamente y luego toma grandes cantidades de laxantes o diuréticos o se provoca el vómito. El tratamiento de ambas debe realizarse siempre por parte de expertos e incluye normalmente terapia psicológica y un programa de educación nutricional, que haga posible mejorar el estado nutricional y restablecer una buena relación con los alimentos.

El ABUSO DE LAS PROTEÍNAS EN LA DIETA DE LOS DEPORTISTAS

Cuando el consumo de alimentos ricos en proteínas o de suplementos proteicos se convierte en la base de la dieta de cualquier deportista, tenga la edad que tenga, la salud puede estar comprometida.

Muchas personas creen que para obtener un rendimiento físico óptimo, su organismo precisa de cantidades extras de proteínas ingeridas a través de la dieta o de suplementos específicos. Es más, persiste la creencia popular de que cuanto mayor sea el aporte de proteínas, mayor masa muscular se podrá conseguir.

reparación de un maratón. Para cubrir dichas necesidades, basta con seguir una dieta variada y equilibrada, con cantidades algo mayores de alimentos ricos en proteínas que lo que se recomienda a la población adolescente general. El organismo tiene unas necesidades proteicas concretas que no conviene sobrepasar. Por tanto, el abuso de proteínas no sólo no tiene el efecto de aumentar la masa muscular, sino que además, si la cantidad ingerida supera los 2 g/Kg/día, puede verse comprometido el funcionamiento del riñón al tener que eliminar por la orina cantidades elevadas de una sustancia tóxica llamada urea (deriva del metabolismo de las proteínas), y asimismo, la absorción y aprovechamiento del calcio (el exceso de proteínas aumenta su excreción a través de la orina)