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CONSUMIR CERVEZA PARA AUMENTAR EL VOLUMEN DE LECHE

La sabiduría popular proclama que el consumo moderado de cerveza resulta beneficioso para la iniciación de la lactancia y un mayor éxito del amamantamiento.

¿Tiene base científica esta creencia popular?

Existe la teoría de que la cerveza puede estimular la secreción de prolactina, principal hormona que induce la lactogénesis o secreción láctea. El componente de la cerveza responsable del efecto en la secreción de prolactina no es el alcohol contenido sino aparentemente un hidrato de carbono complejo (polisacárido) de la cebada, lo que explica que el efecto sobre la prolactina puede ser también inducido por cerveza sin alcohol.

Otra teoría se basa en que la justificación de la famosa “cerveza de las que amamantan” es la riqueza de esta bebida en vitaminas del grupo B, las cuales favorecen la lactancia.

No obstante, dado que los estudios en los que se basan estas teorías no son concluyentes, no se puede generalizar ni abogar por el regular uso de bebidas alcohólicas durante la lactancia, aunque éstas sean de baja graduación.

PENSAR QUE LA LECHE MATERNA NO SE PUEDE CONSERVAR

La leche materna se puede conservar en frío teniendo en cuenta ciertos cuidados para evitar que se produzcan pérdidas nutritivas.

Se recomienda que la leche se conserve en un recipiente de plástico con tapa de rosca, previamente lavado con jabón y agua bien caliente. No se recomiendan los envases de vidrio, ya que en ellos se adhieren los factores inmunológicos o inmunoglobulinas que contiene la leche materna y que deben ser transmitidos al bebé para fortalecer su sistema de defensas aún inmaduro.

Diferentes formas de conservar la leche

Leche refrigerada. Inmediatamente después de extraerse la leche, se debe cerrar y marcar con una etiqueta fechada el recipiente y colocarlo en la parte más fría del refrigerador. Se debe mantener la leche refrigerada por un tiempo no mayor de 48 horas. Para utilizar esta leche, se ha de calentar al baño maría durante unos minutos y agitar bien antes de probar la temperatura.

Leche congelada. Inmediatamente después de extraerse la leche, se debe cerrar y marcar con una etiqueta fechada el recipiente y colocarlo en el congelador. La leche materna congelada puede durar tres meses o incluso hasta 6 o más, si se trata de un congelador que mantiene una temperatura constante de –18 º C. Para descongelarla, se debe retirar del congelador y dejarla en la parte menos fría de la nevera hasta que se descongele completamente.

Una vez esté descongelada. Se puede conservar en la parte más fría de la nevera hasta 24 horas para usarse después o se puede calentar para su uso inmediato en un recipiente por algunos minutos al baño de maría, agitándola bien antes de probar la temperatura.

Precauciones: Nunca se debe dejar que la leche hierva, ya que de ser así, se pierden muchas de sus propiedades (vitaminas sensibles al calor, etc.)